Sucedió en 2003, entre Atlanta y Cambaceres, en un partido válido por el torneo Clausura, de la B Metropolitana, tercer categoría del futbol argentino.
Atrás habían quedado las grandes épocas de Atlanta, donde se acostumbraba a jugar contra los grandes. En 1979, había descendido a la segunda división, luego de 23 largos años y grandes éxitos. En 1983, había logrado el ascenso a la máxima categoría, sin embargo, solo duró un año. En 1991, el club vivió su peor momento, uno que marcó un antes y un después: La quiebra. Los problemas financieros se hicieron insostenibles, desembocando en la declaración de quiebra, el 25 de septiembre, por una deuda cercana a los $ 2 000 000. Se debió clausurar las instalaciones y suspender las actividades deportivas. Sin embargo, en la temporada 1994/95, el bohemio logró ascender a la B Nacional, luego de derrotar en las dos finales a Dock Sud: 2-0 en cancha de Racing, y 2-1 en cancha de Ferro. Además, el 13 de septiembre, el club había logrado salir del estado de quiebra, por lo que a partir de ese dia, se conmemora el «Día Internacional del Hincha de Atlanta». Luego de cuatro temporadas en la segunda división, en la temporada 1998/99, descendió a la tercer categoría, siendo el anteúltimo ubicado en la tabla de promedios de la zona Metropolitana.
Cambaceres habia ascendido a la B Metropolitana en la temporada 1998/99.
B Metropolitana 2002/2003
Se disputaron dos torneos: Apertura y Clausura. En el primero de ellos, los 23 equipos se enfrentaron todos contra todos, quedando un equipo libre por fecha. En el segundo torneo, los equipos se dividieron en dos zonas de 8 equipos y una zona de 7 equipos. Si el campeón del Torneo Apertura ganaba también su zona en el Torneo Clausura ascendía automáticamente. Si eso no sucedía, los equipos campeones y subcampeones tanto del Torneo Apertura como de cada una de las zonas del Torneo Clausura se hubieran enfrentado en un Torneo Reducido de 8 equipos con formato de eliminación directa, consagrándose como campeón aquel que obtuviera el triunfo en la Final.
Ferro fue el campeón del Apertura, y al quedar primero en su zona, logró el ascenso directo al Nacional B.
Llegamos asi al segundo torneo, el Clausura, divido en 3 grupos: Dos de 8 y uno de 7.
Grupo A: Ferro, Sportivo Italiano, Temperley, Argentino de Rosario, Deportivo Armenio y San Miguel.
Grupo B: Almirante Brown, Atlanta, Platense, Tigre, Cambaceres, Argentino de Quilmes, Sarmiento de Junín y Brown de Adrogué.
Grupo C: Deportivo Morón, Laferrere, All Boys, Flandria, Tristán Suárez, Central Córdoba de Rosario, Talleres (RdE) y Estudiantes (BA).
Previa y partido
Atlanta habia arrancado esa temporada con un promedio bajísimo y con la soga del descenso a la C apretando como nunca. La pelea por no descender era con San Miguel y Argentinos de Rosario quien al comenzar el torneo le llevaban al bohemio 24 puntos.
El 28 de septiembre de 2002, debutó como entrenador Salvador Antonio Aurelio Pasini, en el empate 1-1 ante Ferro. La campaña del “Tano” fue espectacular: Dirigió 32 partidos, ganó 14, empató 14 y perdió 4 con 48 goles a favor y 33 en contra, obteniendo 56 puntos.
El 5 de abril de 2003, Atlanta y Cambaceres se vieron las caras, por la sexta fecha del Grupo B en Ensenada, cancha de Cambaceres. A falta de 5 minutos, para que termine el partido, hubo un penal para la visita y los locales, que ya habían hecho interrumpir el juego en dos oportunidades por cantos antisemitas, armaron un escándalo.
«¿No ves que me pegó en la panza?», le reclamó Juan Bautista Branz, jugador al que le cobraron la infracción, al árbitro Alejandro Toia, que lo expulsó por cortar una ocasión manifiesta de gol. Las tribunas del local estallaron de bronca y, además de continuar con los cánticos discriminatorios contra el rival, intentaron invadir el terreno de juego. Finalmente, el árbitro decidió suspender definitivamente el partido, con el penal sin poder patearse. Todo se definiría en el Tribunal de la AFA.
Finalmente, el partido se reanudó 24 días después, el 29 de abril de 2003, en cancha de Argentino de Quilmes y sin público (cabe destacar que solo se jugaron los 6 minutos finales). Lucas Ferreiro, anotó el penal, y el bohemio, logró una victoria, que terminó siendo fundamental, en la lucha por mantener la categoría.
¿Qué pasó después?
Sin embargo, la historia no termina acá. Atlanta llegaba a la última fecha, aún con posibilidades de descender, se enfrentaba a Tigre, de visitante, y solo le valía una victoria y que San Miguel no le gane a Ferro. Nuevamente, un gol de Lucas Ferreiro, de cabeza, terminarían siendo la salvación del conjunto dirigido por Salvador Pasini. Además de que Ferro hizo lo suyo, empatando 1-1 con San Miguel.
Atlanta se vió obligado a jugar la promoción con el ganador del reducido de la Primera C, Argentino de Merlo. El 9 de julio, en condición de visitante, el Bohemio derrotó 2-1 al dueño de casa. La vuelta fue tres días después, el 12 de julio, en Villa Crespo, y con un empate sin goles, Atlanta logró el milagro y se salvó del descenso.