Alemania y Hungría se enfrentarán este miércoles 19 a las 13:00, en el Stuttgart Arena, por la segunda fecha del grupo A. En este post, repasamos la legendaria final que protagonizaron en el Mundial de Suiza 1954, conocida como el «Milagro de Berna».
Previa
Hungría pasó como primera de grupo con 4 puntos y 17 goles anotados, al golear 9-0 a Corea del Sur y 8-3 a Alemania. En cuartos de final, eliminó al vigente subcampeón del mundo y de América, Brasil, en la recordada «Batalla de Berna«, y en semifinales, dejo atrás a Uruguay, vigente campeona del mundo. En Helsinski 1952, se consagró con la medalla de oro y además no perdían un partido desde el 14 de mayo de 1950. Su mejor participación, había sido el subcampeonato en Francia 1938.
Alemania pasó como segunda de grupo, si bien debutó con una goleada de 4-1 sobre Turquia, en la segunda fecha, Hungría lo derrotó por 8-3. Ante esto, tuvo que jugar un partido de desempate contra los Otomanos, debido a que ambos tenían los mismos puntos. En aquel partido, los dirigidos por Josef «Sepp» Herberger, se impusieron por 7-2. En cuartos de final, dejaron en el camino a Yugoslavia, al imponerse por 2-0, y en semifinales 6-1 a Austria. Nueve años antes, había finalizado la 2GM, donde fueron una de las naciones más destruidas. Su mejor participación había sido el tercer puesto en Italia 1934.
Partido
En el Wankdorfstadion de Berna y con más de 60 mil espectadores, Alemania y Hungría definirían el título mundial, cualquiera de los dos, estaba ante la posibilidad de conquistar su primer mundial. En el papel parecía un mero trámite, al llegar el conjunto de Puskás como amplio favorito. Nadie apostaba por los alemanes y el país entero recién afectado por la resaca de un enfrentamiento bélico sabía que sólo un milagro podría darles una alegría.
El partido empezó como se esperaba, apenas habían corrido 8 minutos del encuentro cuando la mejor selección del mundo ya ganaba 2-0 con goles de Ferenc Puskás y Zoltán Czibor. Desde el inicio del juego la lluvia fue su acompañante, una atmósfera nada promisoria para el cuadro teutón pero los Magiares mágicos se relajaron y llegó la reacción con el tanto del goleador Max Morlock sólo dos minutos después del segundo gol húngaro. Esa anotación fue esperanza, misma que se confirmaría con otro gol alemán, al minuto 18 Helmut Rahn empató el juego ante la mirada incrédula de los asistentes y el clamor de millones de alemanes que escuchaban el juego a través de la radio.
En la segunda parte el cuadro de Hungría se fue vorazmente al ataque, haciendo alusión a sus grandes gestas en juegos olímpicos y en partidos internacionales bombardearon de balones el marco alemán. Ahí se encontraron con el portero Toni Turek que se convirtió en una muralla impasable, todos los embates terminaban desviados por el guardameta o en sus guantes. Pero seis minutos ante del final una Alemania Federal que parecía moribunda reaccionó, de nueva cuenta Helmut Rahn marcó para sorpresa del mundo. Hungría buscó anotar el empate pero el tiempo se le acabó y así se gestó una de las remontadas más alucinantes en la historia del fútbol: El milagro de Berna. El primer título mundial de Alemania ante una Hungría que vio terminada su racha de 33 juegos sin perder en un lapso de cuatro años. Además, la Die Mannschaft se convirtió en la primera selección de la historia en ganar un Mundial sin tener campeonato local, ya que en ese entonces, no exisitia la Bundesliga.
