El penal atajado de Roma a Delem que valió un superclásico y título

Un 9 de diciembre de 1962, hace 62 años, el arquero de Boca, Antonio Roma le atajó al delantero brasileño Delem, de River, un histórico penal en La Bombonera que significó el título de campeón para el Xeneize

Era la anteúltima fecha del torneo y el fixture tenía previsto un choque decisivo: Boca-River en La Bombonera. Llegaban igualados en puntos, con lo cual quien ganase el duelo prácticamente se aseguraba la vuelta olímpica.

Los equipos eran muy parejos y, tal la frase hecha de los futboleros,, aquella final anticipada se iba a definir “por detalles”. A los 14 minutos, Amadeo Carrizo le cometió infracción a Paulo Valentim y el árbitro Carlos Nai Foino marcó penal. El propio delantero brasileño, un habitual verdugo del arquero millonario, decretó el 1-0 para el local. Fue una de las diez conquistas oficiales ante River que hacen a Valentim el máximo goleador de Boca en el Superclásico.

Como todo clásico decisivo, hubo más pierna fuerte que fútbol y aprovechando la tempranera ventaja conseguida, Boca se refugió atrás y aprovechó su solidez defensiva. Sin embargo, cuando el partido se moría, Carmelo “Cholo” Simeone empujó a Luis Artime en el área y La Bombonera enmudeció porque Nai Foino había sancionado penal para River.

Era en el arco que tiene a sus espaldas la Casa Amarilla, donde se ubica tradicionalmente la hinchada de Boca. Todos protestaban, menos Antonio Roma. “Yo me concentré en que tenía que atajar el penal. Me quedé en cuclillas pensando dónde me iba a tirar”, reveló Tarzán años después.

Delem, un brasileño exquisito, quiso asegurar el remate y le pegó fuerte, a la derecha del arquero. Roma, que se adelantó groseramente, se arrojó hacia el lugar correcto y la pelota le dio en la mano derecha. Fue tan violento el disparo que el balón, tras dar un pique, se fue casi hasta el corner. Roma y sus compañeros saltaban de alegría, mientras que todo River reclamaba que se pateara de nuevo por el adelantamiento del arquero.

Fue entonces que Carlos Nai Foino, el mejor referí de ese momento, un hombre corpulento y de gran personalidad, inmortalizó una frase: “Aire, aire. Penal bien pateado es gol”, les dijo el hombre de negro a los futbolistas de River mientras hacía señas con sus manos indicándoles que se alejaran.

Mientras todos felicitaban a Roma por la detención del remate, la cancha de Boca explotó en un interminable alarido, según contaron los diarios de la época, ya que esa atajada significaba un título de campeón. «Aquel día lloré de alegría, apoyado en uno de los palos del arco de La Bombonera. Fue una emoción inigualable. Me pareció que el estadio temblaba. Se me nublaron los ojos y sentí el abrazo de mis compañeros y el aliento de la hinchada, que parecía que también quería abrazarme. Fue muy hermoso, un recuerdo muy feliz», contó el arquero.

“Es mentira que me adelanté”, se defendió siempre Roma, fallecido en 2013, aunque los videos se empecinen en contradecirlo. Al legendario arquero boquense se lo recordará siempre por esa atajada histórica que le dio el título a Boca, porque a la fecha siguiente una goleada sobre Estudiantes de La Plata terminó con otra vuelta olímpica.

“Después fuimos grandes amigos con Delem. Es más, él tenía una flota de camiones y me contrataba a mí para asegurar los vehículos. Para mí ese penal fue la mayor alegría que me dio el fútbol. ¡Lo que fue la cancha en el final del partido! Me fui a casa cerca de la medianoche en la parte de atrás de un camión y la gente me ovacionaba. Una cosa de locos…”. Roma tuvo un gesto que marcó su grandeza deportiva: abrazó a Delem y le dio consuelo por fallar el penal.

Con el triunfo en el superclásico, Boca llegó a la última fecha con 41 puntos, mientras que River con 39. El 12 de diciembre, gracias al doblete de Paulo Valentim, Norberto Menéndez y Héctor Pueblas, el Xeneize goleó 4-1 a Estudiantes de La Plata, y se consagró campeón del fútbol argentino, cortando una sequia de 8 años. Por otro lado, el Millonario hizo lo propio con el otro equipo platense: Gimnasia, sin embargo, debido a la diferencia de puntos no le sirvió.

Aquel superclásico es uno de los más recordados de la historia ya que terminó definiendo al 90% el Campeonato de 1962.

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