Sucedió el 27 de diciembre de 1983, por el segundo ascenso, entre Chacarita y Los Andes, en el campeonato de la vieja Primera B.
Historia
La vieja Primera B fue el campeonato de segunda división, del futbol argentino, jugado entre 1934 y 1986. Los clubes que descendían de la máxima categoría, pasaban a jugar en esta. En 1986, con el objetivo de federalizar el fútbol argentino, se comenzó a disputar el Campeonato Nacional B, que pasó a ser la segunda categoría. A partir de allí, a la división se la conoce como Primera B o Primera B Metropolitana y se convirtió en el concurso de tercer nivel de competencia.
Primera B 1983
Se desarrolló en dos etapas. En la primera se disputó un torneo por el sistema de todos contra todos, ida y vuelta, con los equipos divididos en dos zonas a los efectos de la suma de puntos. El equipo con mejor puntaje en la tabla general ascendía directamente, mientras que los cuatro mejores de cada zona, excluyendo al campeón, y el mejor quinto, jugaban un torneo por el segundo ascenso por eliminación directa, a dos partidos en cancha neutral. Descendían los dos equipos que en la tabla de promedios tuvieran las dos últimas ubicaciones. Los 22 equipos participantes fueron:, All Boys, Arsenal de Sarandi, Almirante Brown, Atlanta, Banfield, Central Córdoba de Rosario, Chacarita, Colón, Defensores de Belgrano, Deportivo Armenio, Deportivo Español, Deportivo Italiano, Deportivo Morón, El Porvenir, Estudiantes (BA), Gimnasia y Esgrima de La Plata, Lanús, Los Andes, Quilmes, Sarmiento de Junín, Tigre y Villa Dálmine.
Zona A

Zona B

Al ser el que más puntos obtuvo de los 22 equipos, Atlanta logró el ascenso directo a Primera División, por lo que el segundo se tuvo que definir en un octagonal (jugado a partido de ida y vuelta del 10 de diciembre al 27 de diciembre) entre Tigre, Almirante Brown, Los Andes, Chacarita, Deportivo Italiano, All Boys, Quilmes y Estudiantes de Caseros/Buenos Aires.
En cuartos de final, Los Andes dejó en el camino a Almirante Brown en un global de 4-3, luego de vencerlo por 3-2 en la ida y empatar 1-1 en la vuelta, mientras que en semifinales, en un partido con gran rivalidad debido a la cercania geográfica, eliminó a Quilmes.
Por otro lado, Chacarita hizo lo propio con Tigre, en una tensa serie, y que al mismo tiempo fue motivo del nacimiento de una feroz rivalidad entre los de San Martin y Victoria. En el primer partido, empataron 1-1, mientras que en la vuelta 2-2. Ante esto, se tuvo que decidir en los penales, donde el Funebrero se impusó por 5-4 al Matador, y lo dejó en el camino, y en semifinales eliminó a Deportivo Italiano, al derrotarlo en ambos partidos por 1-0.
El primer partido de la final fue jugado el 23 de diciembre en el Monumental, y el Funebrero se impusó por la mínima, siendo el único tanto convertido por Fonseca Gómez.
La vuelta fue en el Eduardo Gallardón. El Tricolor abrió el marcador con gol de Medina en su propio arco. Lo mismo ocurrió tres minutos más tarde, a los 14´, cuando al defensor del Funebrero Giorgi le rebotó el balón e ingresó a la red, decretando el empate transitorio.
A los 24´, por vía penal, Serrizuela adelantó a Los Andes por 2 a 1, lo que lo dejaba a un tanto de igualar la serie. Pero eso no iba a suceder, ya que el histórico Borrelli se encargaría de poner las cosas en su lugar, y los primeros 25 minutos del complemento le alcanzaron para dar vuelta el partido por 3 a 2. El empate 3-3 final, no fue suficiente, y Chacarita lograba el ansiado ascenso a la máxima categoría del futbol argentino.
A pesar de todo, se recuerda mas la historia extra-futbolistica. El encuentro debió ser suspendido a los 44 minutos por invasión de campo y gravísimos incidentes entre ambas parcialidades. Tal es así, que hasta la Policía Montada tuvo que intervenir y saltar al terreno de juego en busca de calmar las aguas, algo que no sucedió.
Una vez que los hinchas de Chacarita abandonaron el estadio, los violentos que se escondían en la tribuna local la emprendieron contra la policía y las piedras cayeron ahora sobre el campo de juego y los pasillos del estadio Eduardo Gallardón. Fueron varios los simpatizantes de Los Andes que habían alcanzado a invadir el campo y trenzarse mano a mano con hinchas visitantes, estilo Lejano Oeste. Inclusive, la policía bonaerense, en un comunicado oficial publicado por los distintos diarios expresó que “debió recurrirse a efectivos de la policía montada para contener a los elementos más exaltados dentro del campo de juego.” Sí, leyó bien, policías de a caballo adentro de la cancha. No jugaban ni el seleccionado del Gran Chaparral ni los vaqueros de Bonanza…
Hubo 27 detenidos, el micro que sacó al plantel de Chacarita lo hizo dos horas y media después de terminado el partido y llegó a la Capital Federal sin ningún vidrio sano. Como siempre o mejor expresado, como casi siempre, los dirigentes de los dos clubes se echaron la culpa mutuamente.
El miércoles 4 de enero de 1984, el Tribunal de Disciplina de AFA resolvió suspender por un mes al equipo, con la obligación de presentarse a jugar los partidos del torneo Nacional. Por ese lapso, además, se determinó impedirle lo que le correspondiera por venta de entradas y por el porcentaje del Prode.